El académico extranjero de la RAC, Seán Dineen, murió el 18 de enero de 2024 a los 79 años.

Seán Dineen fue un matemático irlandés nacido en Clonakilty (West Cork)  el 12 de febrero de 1944 y fallecido en Dublín el 18 de enero de 2024. Fue Académico Correspondiente Extranjero de la Sección de Matemáticas Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España desde 1999.

Realizó sus estudios de doctorado en la Universidad de Maryland bajo la supervisión oficial de John Horváth, pero su investigación fue dirigida realmente por Leopoldo Nachbin, con estancias largas en el IMPA de Río de Janeiro, leyendo su tesis en 1970.  Después de lo cual volvió a Irlanda, donde consiguió la cátedra de Matemáticas en la University College of Dublin (UCD) en 1979, desde la cual desarrolló una gran influencia en su área de investigación hasta su jubilación en 2009, siendo profesor emérito a partir de ese momento. Fue el líder mundial del campo de análisis complejo en dimensión infinita, tanto por sus aportaciones al campo como por la extraordinaria influencia de sus dos libros sobre el tema. Dicho campo, aunque tiene sus orígenes en Hilbert a principios del siglo XX, fue revitalizado en la década de 1970 por Leopoldo Nachbin y sus discípulos, como Richard Aron, Jorge Mujica y el propio Seán Dineen.  

Seán mantuvo colaboraciones con investigadores de muchas universidades de Alemania, Argentina, Brasil, Corea, España y Estados Unidos de América. Su influencia en la matemática española ha sido muy relevante, con colaboradores en las Universidades de Santiago de Compostela, Complutense de Madrid y Universitat de València.

Seán Dineen tuvo siempre una gran empatía con los jóvenes investigadores, la cual le hizo recibir en su universidad (UCD) a muchos jóvenes pre y posdoctorales y apoyarles científicamente en sus principios.  Entre estos jóvenes investigadores se cuentan numerosos españoles, que hoy en día son investigadores seniors de la universidad española.

Era un fumador empedernido, gran amante de su tierra (centrada en la cual escribió, ya como profesor emérito, un libro de relatos que son, en sus propias palabras, hechos reales con nombres cambiados que reflejan el espíritu de sus gentes). También, fue defensor de una sociedad civil potente y embarcado en la defensa de muchas causas que él consideraba justas.

Tenía una fuerte personalidad, muy resolutivo, y un gran sentido del humor, agudo donde los hubiera. Era un gran conversador y era imbatible contando anécdotas de su vida. Por ejemplo, la que contaba sobre su llegada a la Universidad de Maryland: Llegó por la noche y como no tenía donde dormir, convenció a un amable policía que le dejara pasar la noche en su comisaría. El problema fue que el turno de este samaritano acabó y cuando Seán quiso abandonar la comisaría a la mañana siguiente, el nuevo turno de policía se lo impidió hasta que todo se aclaró. Su capacidad para dormirse desde el principio de las charlas y luego al final hacer la pregunta más interesante al conferenciante era legendaria.

Sus discípulos, amigos y colaboradores lo echaremos mucho de menos.

José Bonet  y Manuel Maestre.

Académicos de la RAC